miércoles, 16 de junio de 2010

UNA CASA...


A MIS AMIGOS QUE ENGALANARON LA TARDE CON SU
PRESENCIA


Una casa con fotos y ceniceros
y sillones y sillas negras se pobló de pronto
…40…50…60…

Pies manos ojos.
Los pies no se veían las manos abrazaban
los ojos besaban.

En su cuerpo envarado
el corazón se inundó
de dulzuras y gemas.

Vulgaridades y simplezas cinceladas
en negro sobre blanco
de momento la convirtieron en reina.

Rodeada de mocedades y oropeles no esperados
corona aurífera del Olimpo
encasquetó su cabeza.

En esos ojos
que fueron besos amigos
creyó ser real emperatriz fugaz.

La casa de fotos ceniceros y sillas y sillones
quedó vacía aún con el fuego de los abrazos.
Se ubicó en un lugar de la platea
y lloró.



1 comentario:

Maria Rosa dijo...

querida Sonia:
El llanto de la alegría de sentir el corazón en plenitud, por él gran día tan esperado, esas lágrimas eran de felicidad, y de agradecimiento a tú compañero de toda la vida que sabemos que él ha estado presente con su espíritu, sabiéndote tan feliz!
Un abrazo
María Rosa