sábado, 10 de mayo de 2008

CONVENTILLO DE ENTONCES

I

Me dijeron que ahí podía vivir. Casi asentí, pero supe

que me robarían hasta la radio. Cuando me lo mostraron

había dos chicos fumando paco. Dime qué diré.

Dime que si un sí hubiera sido mejor pero me quedé acá

en la isla junto al agua. No sé si me he equivocado.

No sé si el no fue la peor de mis traiciones. Pero aquí me quedé.

Con los camalotes y la bruma, el silencio se hace eco en mis gritos.

El cuchillo se hace eco de mis intentos. Pero aquí estoy,

húmedo, triste, acaso sin razón pero solo,

como una nutria que huye de sus cazadores, solo.

Solo. Tal vez la vida estaba allá. En el conventillo.

II

Como los conventillos

es un infierno

el lugar

donde he vivido

me han robado los

pedazos de carne

berreta que compré

el vino barato.

He visto comer a Patoruzú

tripa gorda frita

y alcohol fino.

Después de eso ya no

hay más que hablar

sólo soledad,

destierro

y delirio.


III

Que conste.

Desde el pasillo

que da al patio interno

del conventillo

he visto irse

de la felicidad

la hora

con las últimas tristes

de la tarde.

cimarrón
cimarrón es el seudónimo de este joven poeta del que más adelante colocaré en el blog más poesías porque tiene talento y de él he aprendido muchas veces cómo encarar un poema.

1 comentario:

mercedes saenz dijo...

Me gustaron los textos de Cimarrón Sonia. Buena y linda manera de sentir los conventillos. Vamos a esperar otros, nos gustará ir conociéndolo!!!! Mandale saludos de nuestra parte. Para vos un abrazo de amiga. Merci